Por: Dr. Aníbal Alberto Puga Peña

La construcción de pirámides truncas en el territorio Kayambi ocurre en el tiempo tardío, periodo que corresponde del año 800 al 1500 D.C. En 1740 durante una de las expediciones de la Misión Geodésica Francesa a Cayambe, Jorge Juan y Antonio de Ulloa, la describieron como un templo situado “en una prominencia de cierta altura” (refiriéndose al cilindro o inti watana), y como una estructura totalmente circular, de unos cincuenta metros de perímetro, cinco metros de alto, con paredes de metro y medio de grosor, y un diámetro de aproximadamente dieciséis metros. Las paredes estaban hechas al parecer de adobe endurecido (probablemente bloques de Cangahua, fabricados a base de ceniza volcánica arcillosa dura y seca, que ha sobrevivido durante más de mil años a pesar de estar expuesto a los elementos.   Este observatorio se hallaba situado sobre la Pirámide del Sol, hallándose más abajo la Pirámide la luna conforme se observa en  la recreación  3D, que consta en la foto identificada como Aníbal Puga. 

ACTUALIDAD.- Siglos después, en 1990, los indígenas Kayambis retomaron a la fuerza ese sitio sagrado de sus mayores,  para realizar sus ceremonias de celebración de los solsticios y Equinoccios, pero había la oposición de los “dueños”. Conflicto que terminó tras la expropiación que hizo la municipalidad, liderada en aquel tiempo por el alcalde Diego Bonifaz, y quien gestionó para que se declaren a las 3,6 hectáreas de terreno como Patrimonio Cultural. Hoy en día, el crecimiento urbano ha desmembrado el sitio ya que según relatos de cronistas e historiadores, el lugar sería un gran complejo arquitectónico, conforme a la recreación 3D, pero  el único remanente visible es la pirámide principal.  Puntatsil, el templo sagrado de los Kayambis es de mucha importancia en las festividades del INRI RAYMI  en la Mitad del Mundo, debido a los rituales que se realizan los días 21 y 29 de Junio, las diferentes comunidades del Cantón, exhiben su riqueza cultural con los bailes milenarios alrededor de la Plaza Central o parque 23 de Julio y posterior se dirigen al Templo para la elección de la Ñusta y dar gracias a la Pacha Mama por las cosechas recibidas a través de canticos, coplas picarescas, taquidos, verseados y bailes  tradicionales del sector.